La empresa familiar García Carrión, conocida por sus populares vinos y zumos Don Simón, ha vivido una historia digna de una novela, marcada por el desafío, la superación y la reciente reconciliación familiar. Esta saga comenzó con la inesperada partida de Luciano García Carrión, quien dejó la empresa tras una discusión familiar, para luego, año y medio después, regresar como vicepresidente, marcando un nuevo capítulo en la historia de la compañía.
Tensión familiar con la ausencia de Luciano García Carrión
José García Carrión, el patriarca, continúa al frente como presidente, mientras que Rafaela, su esposa, comparte la vicepresidencia, consolidando así un liderazgo familiar unido en la gestión del grupo. La ausencia de Luciano en una crucial junta de accionistas en Jumilla marcó un momento de tensión en la empresa, revelando las complejidades de dirigir un negocio familiar de tal magnitud. A pesar de estos retos, su regreso simboliza no solo una reconciliación personal sino también un fortalecimiento del liderazgo corporativo.
La trayectoria de García Carrión ha sido notable, aunque no exenta de obstáculos. Tras alcanzar un récord de facturación en 2013, la compañía se propuso duplicar sus ventas para 2020. Sin embargo, las expectativas no se materializaron como se había anticipado, enfrentándose a tres años consecutivos de caídas en las ventas y una disminución del 11% en su volumen de negocio desde 2013. A pesar de estos desafíos, la empresa logró mantenerse competitiva, con una facturación en 2016 de 671,5 millones de euros y un beneficio después de impuestos de 24,3 millones de euros.
Estabilidad y crecimiento con la reconciliación familiar
Luciano había sido un pilar fundamental en el crecimiento de García Carrión, especialmente en el ámbito internacional, donde logró importantes contratos que reforzaron la presencia global de la empresa. Su regreso se percibe como un impulso vital para la compañía, no solo en términos de gestión familiar sino también para la expansión y consolidación de la marca en mercados internacionales.
La adquisición de Dafsa en 2016, un interproveedor de zumos y gazpachos para Mercadona, marcó otro hito importante, reforzando la relación con la cadena de supermercados valenciana y abriendo nuevas oportunidades de crecimiento. Esta movida estratégica demuestra la capacidad de adaptación y visión de futuro de García Carrión, enfocándose en la diversificación y fortalecimiento de su cartera de productos.
La historia de García Carrión es un testimonio de la importancia de la unidad y la resiliencia en el mundo empresarial familiar. La reconciliación de Luciano con su familia no solo ha sanado heridas personales sino que también ha inyectado nueva energía en la dirección de la empresa. Con un legado de más de un siglo, García-Carrión se enfrenta ahora a un futuro prometedor, con el desafío de adaptarse a un mercado en constante cambio y la determinación de seguir creciendo en el ámbito internacional. Este nuevo capítulo en la historia de García Carrión refleja el poder de la perseverancia, el compromiso familiar y la visión estratégica, elementos clave para el éxito sostenido en la industria de alimentos y bebidas.