Si alguien hubiera visitado el modesto hotel San Francisco en Playa de Palma ( Mallorca), durante los años cincuenta, difícilmente habría imaginado que estaba presenciando los humildes comienzos de lo que se convertiría en un gran imperio del turismo. En el corazón de esta proeza se encontraba un matrimonio apasionado: Juan Riu Masmitjá y María Bertrán Espigulé.
Origen del imperio del turismo RIU
Pongamos las cosas en perspectiva. A menudo escuchamos historias de emprendedores de Silicon Valley que inician empresas multimillonarias desde sus garajes. Sin embargo, la historia de la empresa familiar RIU nos lleva de vuelta a las playas bañadas por el sol de las Islas Baleares. En lugar de un garaje, el epicentro de esta narrativa es un pequeño hotel.
El 1953 fue un año transformador para la pareja. Al adquirir el único hotel en Playa de Palma, sentaron las bases de lo que sería un legado de hospitalidad. Pero no se detuvieron ahí. Al año siguiente, su hijo, armado con la misma pasión emprendedora, viajó hasta Alemania en su luna de miel. Esta travesía resultó en una asociación estratégica con el touroperador Dr. Tigges, atrayendo al turismo alemán a Mallorca. Esta jugada se solidificó en 1968 con la creación de TUI, una coalición con otros touroperadores alemanes que marcó el inicio de una sinergia duradera.
Expansión internacional de la marca
A medida que la marca crecía, también lo hacían sus ambiciones. Durante los ochenta, RIU extendió su presencia a las Islas Canarias, y poco después, dio el salto internacional con la apertura del Riu Taino en Punta Cana. Lo que siguió fue una expansión global, abriendo puertas en 19 países, extendiéndose por cuatro continentes, y acogiendo a la dinámica urbana de ciudades como Nueva York, Berlín y Dublín.
A pesar del auge y la expansión, el espíritu familiar de RIU nunca se desvaneció. Cuando en 1998 Luis Riu Bertrán falleció, la tercera generación de la familia Riu, representada por Carmen y Luis Riu Güell, asumió la dirección. Con una visión fresca y contemporánea, emprendieron nuevas aventuras, desde Jamaica hasta Sri Lanka, preparando a la cuarta generación para continuar la legendaria trayectoria.
Entonces, ¿ cuál es el secreto de este coloso hotelero? Carmen y Luis Riu lo resumen en una palabra: constancia. La esencia del negocio sigue centrada en la calidad, la relación calidad-precio y, sobre todo, un servicio excepcional. La expansión ha sido medida, asegurando la calidad sobre la cantidad.
A medida que RIU continúa innovando, con ofertas que abarcan desde paquetes todo incluido hasta escapadas solo para adultos, nunca olvidan sus raíces. Con iniciativas como el Riu Plaza España y la próxima apertura en Londres, queda claro que, aunque su alcance es global, el corazón de RIU siempre será genuinamente mallorquín.
El Horizonte Asiático de RIU: De Dubái a las Maldivas
RIU, una cadena hotelera que ha dejado una marca indeleble en el mundo del turismo, sigue mirando más allá de sus logros actuales, con la vista puesta en el horizonte de Asia. Mientras la sombra de su reciente emprendimiento se cierne sobre la icónica plaza madrileña, sus miras están ahora en el exótico Medio Oriente y las serenas playas de las Maldivas.
Dubai, la joya del desierto, conocida por su sofisticación y lujo, ha sido seleccionada por RIU como el próximo escenario para su magia hotelera. Con su fusión única de tradición y modernidad, este emirato representa un lienzo perfecto para RIU, que busca agregar su propio toque distintivo a la metrópoli.
Pero no es solo el bullicioso Dubai el que ha capturado la atención de RIU. Dos paradisíacas islas en las Maldivas, famosas por sus lagunas color turquesa y playas de arena blanca, pronto verán surgir magníficos establecimientos RIU. Estos refugios, previstos para 2019, ofrecerán respectivamente 147 y 248 habitaciones, prometiendo un retiro lujoso y tranquilo para aquellos que buscan escapar del ajetreo de la vida diaria.
Sin embargo, a pesar de estos ambiciosos planes de expansión, la esencia de RIU se mantiene inmutable. En el corazón de su misión sigue siendo ofrecer una experiencia inigualable a sus huéspedes, asegurando siempre la mejor relación calidad-precio. En una época donde el lujo a menudo se traduce en exorbitantes precios, RIU se compromete a equilibrar el esplendor con la accesibilidad, garantizando que sus huéspedes obtengan lo mejor de ambos mundos.