En el mundo de los gigantes de la distribución, los últimos años han sido testigos del final de una era con la desaparición de varios de sus fundadores multimillonarios. La muerte de estos visionarios, todos octogenarios, ha abierto un debate sobre la sucesión en empresas como Aldi, Leclerc, Media Markt y Sonae, marcando un obligado relevo generacional en el sector.
Media Markt: El Legado de Erich Kellerhals
Erich Kellerhals, reconocido como uno de los hombres más ricos de Alemania, dejó una huella indeleble en el mundo empresarial. Con una fortuna estimada en 1.675 millones de euros a sus 78 años, según Forbes, su trayectoria es una historia de éxito y desafíos. Fundó Media Markt en Múnich, y cuatro décadas más tarde, esta cadena se convirtió en un referente de la electrónica de consumo, famosa por su lema “Yo no soy tonto“.
Media Markt, inicialmente bajo el conglomerado de Metro, uno de los mayores grupos de distribución del mundo, experimentó un cambio significativo en 2017. En ese año, se produjo una división definitiva: mientras Metro retuvo el negocio de alimentación, incluyendo Makro y Metro Cash & Carry, Ceconomy, emergiendo de esta escisión y con Kellerhals como su principal accionista, se hizo cargo del sector de la electrónica, abarcando Media Markt y Saturn.
Sin embargo, los últimos años de Kellerhals estuvieron marcados por desafíos, especialmente debido a la división de la empresa y los conflictos con la dirección del grupo. Su fallecimiento por problemas cardíacos se suma al de otros magnates del sector, como Otto Beisheim, cofundador del grupo Metro. Beisheim, también alemán y multimillonario, se quitó la vida a los 89 años, agobiado por una enfermedad incurable y una figura controvertida por sus acciones fiscales y su pasado en las SS.
La partida de Kellerhals cierra un capítulo en la historia de Media Markt, una empresa que revolucionó el mercado de la electrónica de consumo y que ahora enfrenta un futuro sin su fundador. Su legado, tanto en los éxitos como en los desafíos, permanece como un testimonio de su impacto en el mundo empresarial y más allá.
Aldi: La Controversia en la Familia Albrecht
Aldi, el gigante de los supermercados de descuento, se enfrenta a un cambio de era tras el fallecimiento de los fundadores de esta empresa familiar: Los hermanos Theo y Karl Albrecht. Conocidos por inculcar disciplina, discreción y trabajo duro en la compañía, su muerte ha desatado una serie de desafíos y conflictos internos, dejando tras de sí una herencia multimillonaria y una incertidumbre palpable. Los hermanos Albrecht, que revolucionaron el comercio minorista en Alemania con su concepto de establecimiento de descuentos, fallecieron en 2010 y 2014, a los 88 y 94 años, respectivamente.
La austeridad que caracterizó la vida de los Albrecht contrasta fuertemente con el estilo de vida de Babette Albrecht, la esposa de Berthold, hijo del cofundador. Desde la muerte de Berthold en 2012, Babette ha vivido de manera opulenta, una fuente de tensión constante dentro del clan Aldi. Con una asignación anual de un millón de euros y acceso a un patrimonio de hasta 35 millones, Babette no solo disfruta de una vida de lujo, sino que también busca posiciones de liderazgo para sus hijos en la gestión de Aldi Norte, la división que gestiona las tiendas en España y otros países.
Esta situación ha creado un choque inevitable con Theo Albrecht Jr., quien lidera Aldi Sur y lucha por mantener el orden y los valores tradicionales de la empresa. Este enfrentamiento interno revela no solo las complejidades del legado familiar sino también los retos que enfrentan las grandes corporaciones cuando se mezclan los asuntos familiares y empresariales.
La saga de Aldi, marcada por la controversia y el debate sobre su futuro, es un reflejo de cómo la visión y los principios de los fundadores se enfrentan a los desafíos y expectativas de las nuevas generaciones. La dirección que tomará la compañía en esta nueva era sigue siendo una incógnita, poniendo en juego el legado de los Albrecht y el futuro de uno de los nombres más emblemáticos en el mundo del comercio minorista.
Sonae: El Adiós a Belmiro de Azevedo
Con la reciente muerte de Belmiro de Azevedo, el Grupo Sonae ha perdido a la figura clave detrás de su transformación en uno de los gigantes empresariales de Portugal. De Azevedo, quien falleció en noviembre de este año, era conocido como el tercer hombre más rico de Portugal, una notable hazaña para el hijo de un carpintero y una costurera. Su liderazgo y visión empresarial llevaron a Sonae a convertirse en el mayor empleador privado del país, con una plantilla de 40.000 trabajadores.
Bajo el mando de De Azevedo, Sonae se diversificó en varias ramas empresariales, incluyendo Sonae Sierra, enfocada en centros comerciales y negocios inmobiliarios, y Sonae MC y Sonae SR, dedicadas al comercio minorista. Además, la empresa se expandió en el sector tecnológico con Sonaecom, especializada en software y sistemas de información.
La carrera de De Azevedo en Sonae comenzó a los 26 años como director de Investigación y Desarrollo, un rol que pronto se convertiría en el trampolín para su ascenso a director general. Desde esta posición, enfrentó desafíos significativos, incluyendo el intento de nacionalización de Sonae en 1978, el cual logró sortear con éxito. Uno de sus logros más destacados fue la inauguración del primer hipermercado de Portugal, ‘Continente Matosinhos’, marcando un hito en el sector del comercio minorista del país.
Al momento de su muerte, a los 79 años, la fortuna de De Azevedo se estimaba en unos 1.700 millones de euros, reflejo de una vida dedicada a la expansión y fortalecimiento de Sonae. Su legado perdura en la estructura y el éxito continuo del grupo, testimoniando su extraordinaria capacidad para transformar una empresa local en un conglomerado empresarial de renombre internacional. Con su partida, Sonae enfrenta el desafío de continuar su camino de crecimiento e innovación sin la guía de su visionario líder.
Leclerc: La expansión de un ideal
La historia de Leclerc, una de las principales cadenas de distribución alimentaria de Francia, es la crónica de una transformación notable, desde sus humildes comienzos como una cooperativa de propietarios en una pequeña nave bretona. Fundada por Eduard Leclerc, un seminarista que cambió el camino de la fe por el del comercio, la empresa comenzó vendiendo galletas, aceite y jabón. Con el tiempo, Leclerc expandió su gama de productos para incluir joyas, viajes, parafarmacia, libros y carburantes, creciendo hasta tener más de 700 tiendas en varios países, incluyendo Italia, Polonia, España, Portugal, Eslovenia y, por supuesto, Francia.
Eduard Leclerc, quien falleció en 2012 a los 86 años, dejó un legado que trascendió el ámbito comercial. Se le recordará no solo como un empresario exitoso, sino también como un defensor de los consumidores y un enemigo acérrimo de los monopolios. Esta filosofía se reflejó en su enfoque comercial: vender productos de consumo masivo a precios de mayorista, facilitando así una disminución en el costo de la cesta de la compra para los clientes.
Bajo la dirección de su hijo Michel-Édouard, quien asumió la presidencia del grupo en 2003, la cadena Leclerc ha continuado con la visión de su fundador. Este enfoque centrado en el cliente y en la competencia leal ha sido fundamental para el crecimiento y la expansión de Leclerc, consolidándola como una de las marcas más respetadas y exitosas en el sector de la distribución alimentaria.
El legado de Eduard Leclerc perdura en cada una de sus tiendas, un testimonio de su dedicación y compromiso con la accesibilidad y la justicia para los consumidores. A través de su historia, Leclerc no solo ha cambiado el panorama de la distribución alimentaria en Francia y Europa, sino que también ha establecido un modelo de negocio que equilibra el éxito comercial con la responsabilidad social.
Los Supervivientes: Ikea, Leroy Merlin, Alcampo…
En el panorama global de los negocios, pocas historias son tan fascinantes como las de los titanes del comercio minorista, con figuras como Ingvar Kamprad de Ikea, la familia Mulliez de Alcampo y Leroy Merlin, y Dieter Schwarz de Lidl. Estas personalidades no solo han construido imperios comerciales, sino que también han dejado una huella indeleble en la industria y en la cultura empresarial.
Ingvar Kamprad y el Fenómeno Ikea A sus 90 años, Ingvar Kamprad, el creador de Ikea, se destaca no solo por su impresionante fortuna de unos 65.000 millones de euros, sino también por su estilo de vida modesto y ahorrativo. Fundó Ikea en 1943, cuando apenas tenía 17 años, y desde entonces, la marca se ha convertido en sinónimo de muebles asequibles y de diseño inteligente. Kamprad, conocido por su aversión a los lujos y su preferencia por comprar ropa en mercadillos, ha demostrado que el éxito empresarial no tiene por qué ir de la mano con el ostento.
La Familia Mulliez: Un Imperio Diversificado La familia Mulliez, dueña de uno de los conglomerados más poderosos de Francia, controla una amplia gama de empresas exitosas, incluyendo Alcampo, Decathlon, Leroy Merlin, Aki, Kiabi, Norauto y Midas. Gérard Mulliez, a sus 86 años, ha sido la figura clave en el desarrollo de estos negocios, comenzando con la creación de los supermercados Alcampo a los 30 años. Su primo, Michel Leclerc, también dejó su marca en el sector minorista, transformando una pequeña tienda de bicicletas en lo que hoy es Decathlon.
Dieter Schwarz y la Evolución de Lidl Tras la muerte de Karl Albrecht de Aldi, Dieter Schwarz tomó el relevo como el hombre más rico de Alemania. Comenzando su carrera a los 21 años en el negocio de su padre, Schwarz fundó Lidl & Schwarz, un almacén de frutas tropicales que se transformaría en Lidl, una de las cadenas de supermercados más reconocidas. Conocido como el “rey de las marcas blancas”, Schwarz ha mantenido su influencia en la compañía, aunque se ha retirado de la gestión diaria.
Estas figuras emblemáticas del comercio minorista representan no solo el éxito financiero, sino también la innovación, la adaptabilidad y la perseverancia. Sus historias son un testimonio de cómo la visión, el trabajo duro y la dedicación pueden transformar pequeñas empresas en gigantes globales. A medida que avanzan en años, su legado continúa influyendo en la forma en que compramos y hacemos negocios en el mundo actual.