En el mundo empresarial, la figura de Isak Andic, presidente y propietario de Mango, resalta no solo por su riqueza, sino también por su tenacidad. A sus 64 años, Andic encarna una paradoja viviente: siendo el hombre más rico de Cataluña y uno de los principales magnates de España, enfrenta la imposibilidad de retirarse a pesar de su deseo de disfrutar de sus logros y de su yate, el “Nirvana Formentera”.
Isak Andic reorienta la empresa
El contexto actual de esta empresa familiar, subraya esta paradoja. Aunque en 2012 la empresa reportaba ganancias de 113 millones de euros, las predicciones financieras actuales no son tan alentadoras. Se estima que tomará al menos tres años recuperar ese nivel de rentabilidad, excluyendo los desafíos de 2017. Este escenario se complicó aún más con la revelación de pérdidas de 61 millones de euros, una señal clara de los retos que Isak Andic enfrenta al intentar reorientar la empresa hacia la rentabilidad.
Andic, quien regresó al liderazgo de Mango el año pasado para recuperar el control de la compañía, ha comenzado a ver cambios positivos en los primeros meses de 2017. Aunque estas mejoras son prometedoras, el camino hacia la recuperación es más difícil de lo previsto. Incluso con una previsión optimista del vicepresidente, Daniel López, que anticipa un retorno a la rentabilidad para el próximo año, el proceso de ajuste está siendo laborioso.
Mango: Ratio en caída
La situación se agrava con la reducción significativa en el número de tiendas. Desde un pico de 2,717 puntos de venta, Mango ha disminuido a 2,217 en un año. Aunque la estrategia incluía compensar con la apertura de macrotiendas —24 nuevos establecimientos en 2016—, la superficie total de venta ha disminuido, subrayando una disminución en la eficiencia y una caída en las ventas del 2.9% hasta alcanzar los 2,260 millones de euros.
Este escenario ha llevado a una caída en el EBITDA a casi la mitad, situándose en solo 77 millones de euros. Las proyecciones demasiado optimistas en la memoria consolidada de 2015, que preveían un crecimiento continuo y un equilibrio económico y financiero saludable, ahora parecen ilusorias frente a la realidad actual.
A pesar de los desafíos, Mango sigue siendo optimista para el resto del año 2017, esperando alcanzar un EBITDA de más de 150 millones de euros gracias a la mejora en las ventas iniciada a finales de 2016. Aunque estos números son alentadores, el verdadero indicador de éxito será si Andic puede, finalmente, alcanzar su aspiración personal de retirarse. Solo el tiempo dirá si el hombre más rico de Cataluña puede delegar su legado y disfrutar de su fortuna sin las ataduras del compromiso empresarial constante.